El escritor gallego Carlos Casares llevó la obra «Le petit prince», de Saint-Exupéry al gallego, y fue más allá, al crecer su interés por esta novela, que lo llevó a juntar más de un centenar de ediciones en otros idiomas. Casares amaba las palabras y adoraba los libros. Coleccionarlos era una de sus pasiones. En el caso de El Principito, se convirtió en una manía crónica abonada por sus muchos amigos que le hacían llegar ejemplares desde todos los rincones del planeta.
Esta afición de Casares como coleccionista, y autor de la primera traducción al gallego en 1972, queda patente en la exposición O principiño ao redor do mundo, que organiza la Facultad de Filoloxía e Traducción da Universidade de Vigo, y que se puede visitar hasta el 20 de octubre.
La colección que se puede ver en el vestíbulo del centro está formada por la recopilación de ediciones en más de 90 lenguas y dialectos, labor que continúan realizando los miembros de la Fundación Carlos Casares.
Textos: La Voz de Galicia.
Fotografías: Daniel Rodríguez.