El pasado 21 de junio, realizamos la primera actividad fuera de nuestra ciudad. Consistió en una visita a A Coruña, en  la que los aviones y la camaradería fueron la tónica dominante.

Primeramente visitamos el MUNCYT, Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, pudiendo apreciar sus más de 15.000 objetos entre instrumentos científicos, aparatos tecnológicos, vehículos de transporte, máquinas y herramientas industriales, pudiendo asegurar que se trata de piezas de enorme interés. Muchas de ellas las hemos visto en libros o revistas científicas, pero esta fue una ocasión para poder apreciarlas tal y como son.

Sin lugar a dudas, y lo que más nos llamó la atención fue la «Sala Iberia», en el que pudimos apreciar una sección de la cabina del Boeing 747 «Lope de Vega» ¡Pero qué sección! Para muchos de los asistentes fue la primera vez que pudieron estar tan cerca de un 747 y la sensación unánime fue que estábamos ante uno de los grandes aviones de la historia aeronáutica, por todo lo que representó en su momento.

Pudimos tocar, pensar, senti y soñar, mientras recorríamos sus escaleras, «pilotábamos sus mandos», inspeccionábamos su tren de aterrizaje delantero, el interior de su caja negra, una sección del ala, el radar o una de las cuatro turbinas de las que disponía.

Además pudimos apreciar lo que sentían sus viajeros de primera clase, sentarnos en sus asientos, disfrutar de una película en el avión (tal y como se hacía) e incluso simular una llamada telefónica desde las alturas (de aquella todavía no había móviles).

Después de la visita nos dirigimos al parque «Monte de San Pedro», quedándonos a todos la sensación, de querer volver de nuevo, para ver con más detenimiento este magnífico museo.

Algunos aprovecharon para subir al Monte de San Pedro en su ascensor esférico, desde el que se pueden ver incomparables vistas de la ciudad de A Coruña.

Después de comer en el restaurante-mirador, realizamos un pequeño paseo, por su laberinto inglés de 2.000 m2 y su estanque con cascada de roca madre. Al tiempo disfrutábamos de la vista de una amplia zona de costa, que abarca desde el cabo San Adrián, las Islas Sisargas al oeste, hasta los cabos Prior y Prioriño al noroeste.

Tratando de apurar el tiempo al máximo visitamos la Batería de Costa, situada en el mismo Monte de San Pedro, en el que pudimos ver los dos cañones Vickers de 381 mm y sus búnkers.

La batería de cañones forma parte de una antigua instalación militar de defensa costera del periodo de entreguerras. Después de muchos años de abandono las instalaciones militares, fueron rehabilitadas como museo.

A media tarde, nos trasladamos al Museo Domus, donde después de un pequeño aguacero, pudimos ver la película «Leyendas del vuelo», una película en 3D, que invita a descubrir los hitos de la aeronáutica, explorar la relación del vuelo en la naturaleza, el diseño de los aviones, su construcción y la tecnología que esconden detrás.

Así se pudo ver el momento del primer vuelo del enorme, pero eficiente, Airbus A380, que tuvo lugar en París en 2007, así como el pequeño pero aún más eficiente Boeing 787, el primer avión construido empleando fibra de carbono.

Ni que decir tiene que algunos de nosotros nos emocionamos al verlo, porque trata en todo momento de buscar en el interior del espectador aquellos resortes que lo impulsan a volar.

Al finalizar la proyección continuamos visitando el resto del museo.

Finalmente nos fuimos todos a tomar algo por el centro de la ciudad, y a todos nos quedo la idea de que hay que repetirlo.

¡La próxima vez esperamos que puedas acompañarnos!