El pasado 8 de julio, visitamos con los niños de la Asociación Ledicia Cativa, las instalaciones del Aeródromo Militar de Santiago.
Nos dimos cita un total de 130 personas, de los que 67 eran los niños rusos que trae todos los años Ledicia Cativa, y a los que ya tuvimos el inmenso placer de organizarles hace unos años una visita al aeropuerto de Vigo.
En esta ocasión se quiso ofrecerles una visión de nuestro Ejército del Aire, en una de sus facetas más visibles para las ciudadanos, sobre todo para los gallegos y en fechas veraniegas.
Para ello nada mejor que conocer al Grupo 43, los conocidos como «apagafuegos», que campaña tras campaña, ayudan a preservar nuestros montes, cargados de flora y fauna, en su mayoría autóctona.
La actividad comenzó con un recibimiento por parte del personal del Aeródromo Militar, quienes estuvieron pendientes de nosotros en todo momento, he hicieron posible con su dedicación y esfuerzo que un grupo tan numeroso tuviese una acogida casi como si fuéramos una familia.
El Real Aero Club de Santiago, quienes tiene el hangar y la escuela de vuelo en las instalaciones del aeródromo, nos mostraron el material con el que cuentan para la enseñanza de la aviación privada.
Los pilotos y mecánicos del Grupo 43, nos dejaron visitar sus dos aviones, y no se cansaron de contestar a las preguntas que niños y mayores les hicieron durante casi toda la mañana.
AENA también estuvo presente con los bomberos del aeropuerto, quienes hicieron varias demostraciones con el cañón de agua.
Y así transcurrió una espléndida jornada en la que se consiguió, como bien indicó el presidente de Ledicia Cativa, D. José Manuel Borrajo, a los distintos medios que se hicieron eco de dicha actividad, transmitir a estos niños, valores como el sacrificio, el servicio y la dedicación a los demás, a través de nuestro Ejército del Aire.
Queremos aprovechar la ocasión para agradecer al Ejército del Aire, Real Aero Club de Santiago y AENA, su buena disposición para que todo esto fuera posible.